La sanidad en Peraltilla

Peraltilla, casi siempre, fue un pueblo afortunado por haber y vivir en el pueblo un sanitario. El primer sanitario documentado en el año 1741, fue D. Joseph Martínez, era cirujano-barbero o también llamado cirujano menor romanista. En Peraltilla también se les llamaba Trujanos.

En el año 1782, D. José Salaberri ¿médico?  creo que no, pues en aquellos años, existían muy pocos médicos, que generalmente ejercían en ciudades, y solamente atendían a las familias adineradas  o de la nobleza, los pobres y en las localidades pequeñas eran atendidas por los cirujanos-barberos.  Tuvo un hijo en Peraltilla que le pusieron por nombre Bernardino, este hijo sí que fue médico importante que ejerció en Zaragoza. En el año 1875, era cirujano-barbero D. José López, natural de Benasal (Castellón de la Plana). En el mes de septiembre de 1890, aparece como practicante de medicina y cirugía menor D. Román Learte Alastruey, natural de Sos del Rey Católico y casado con Dña. Benita Badimón Dieste, natural de Castejón de  Monegros. Tuvieron  una niña en Peraltilla (25-IX-1890) se le puso por nombre María de las Mercedes. Vemos que este sanitario ya se inscribe como practicante de medicina y cirugía menor, esto es debido a que  el 9 de septiembre del año 1850, por Real Decreto de la reina Isabel II, se establece que los cirujanos-barberos o cirujanos menores romanistas, pasarán a denominarse Practicantes en Medicina y Cirugía Menor. En esta Real Orden se dicta el nuevo programa de estudios y tiempo de prácticas a realizar por los nuevos practicantes.

En los primeros años de 1930, era practicante y barbero D. Ángel Gambau (no D. Ángel Gombau) casado con Dña. Benita, vinieron del pueblo de Capdesaso (Huesca). Vivieron en casa Loncán (actual casa de Concha Chic), yo lo recuerdo un hombre, más bien pequeño, y siempre llevaba boina, su mujer era muy alta y peinada con moño, recuerdo que la gente decía que era un borrachín que se bebía hasta la colonia que tenía en la barbería. Este practicante debió estar hasta el año 1934.

En el año 1934, aparece como practicante-barbero D. Blas Subías Arilla, natural de Azlor, casado con Dña. Manuela Conte Pascual, natural de Angües, y tuvieron en Peraltilla un hijo al que pusieron por nombre Blas. En el año 1936 pasó a vivir a Azara. Venía a ver los enfermos de Peraltilla andando, lo recuerdo que venía a visitar a mi padre que estaba muy enfermo, llevaba una alforja blanca, colgada al hombro, que traía vacía y cuando se marchaba la llevaba llena, pues la gente le pagaba en especie. Era ya bastante mayor y debió morir durante la Guerra Civil. Durante estos años que D. Blas vivía en Azara, hacía de barbero un joven que se llamaba Manuel  que se marchó, en el verano del año 1936, voluntario con los republicanos a la Guerra Civil.


Todos estos cirujanos y practicantes, trabajaban como cirujanos y practicantes en ejercicio libre, esto quiere decir que no eran titulares, y por tanto eran elegidos por el alcalde de turno que tenía la potestad de contratarlos o despedirlos cuando según él no trabajaban a su gusto o cuando se terminaba el contrato, ya que se hacía un contrato.
En el siglo XIX y principios del XX, en un antiguo documento dice: Una razonable  asistencia sanitaria directa a las personas será llevada a cabo por dos profesionales, el cirujano y el médico. En el siglo XIX, lo transcribo literalmente, un contrato de trabajo de un cirujano-barbero decía así: A los vecinos del pueblo…y todos sus habitantes, viviendo como ofrezco en el mismo pueblo personal y continuo, a visitar al que necesario sea dos veces al día en orden a la curación de cirugía de toda curación salvo morbo gálico y mano airada, sarna y tiña y, en su caso, a informar cuando ocurra algún enfermo repentino hasta que el médico haga la primera visita.Cumpliré sin esbarrarme  ni eximir de lo que otros cirujanos han estado encargados, y que no faltaré del pueblo ninguna noche, sino en caso de ocurrir una urgente necesidad que constará y se concederá licencia.Así mismo, todos los viernes de cada semana vendrá por la mañana a rasurar las barbas de los vecinos. La dedicación del cirujano será compensada por el ayuntamiento y los vecinos con el pago de catorce cahíces de trigo, con una casa libre para habitar y con una carga de leña aportada por cada casa del pueblo. Estarán, además, libres de cualquier carga concejil.

Los partos desde siempre eran asistidos por una mujer del pueblo, sin estudios y sin haber tenido ninguna preparación para ello. En Peraltilla, durante muchos años atendía los partos la Sra. Petra de casa Marianeta, que también amortajaba a los difuntos.

Durante los años 1938 y 1939, no había practicante, y el practicante titular de todo el partido médico de Azlor, era D. Dionisio Subirón, que ejercía en los pueblos de Lasellas y Ponzano. De hecho recuerdo que algún enfermo tuvo que desplazarse hasta Lascellas a ponerse las inyecciones. En el año 1940, fue contratado como practicante- barbero y comadrón D. Ángel Gombau Sasé, natural de Binefar y casado con Dña. Francisca, natural de Barbastro y  tenían dos hijos. Vivieron en casa Loncán (hoy día de Concha Chic). Fue contratado como practicante en ejercicio libre para Peraltilla y Azara, ya que seguía siendo titular del partido el mencionado de Lascellas. En Peraltilla tuvieron una hija a la que pusieron por nombre Marisa. D. Ángel ejerció en Peraltilla y Azara hasta el añ0 1953 (13 años). Fue un buen practicante, un buen comadrón, a veces médico, y un buen barbero.

El contrato que D. Ángel tenía con el ayuntamiento de Peraltilla, era así: Tenía la obligación de atender a todos los enfermos del pueblo, las visitas serían dos veces al día, atender los partos de las mujeres que se lo solicitaran, rasurar las barbas de todos los hombres del pueblo los sábados de cada semana y los viernes rasurar a domicilio a los hombres que lo solicitaran. En contraprestación, el pueblo de daría casa gratis, salón de barbería y la luz de la misma gratis. En invierno todos los hombres que fueran a rasurarse llevarían un tronco de leña para la estufa. Pagarían 2 pesetas de iguala por persona y mes, incluidas las dos visitas diarias y los partos. En la barbería pagarían 0’50 céntimos por rasurar y 1 peseta por corte de pelo. Los que se rasuraban en su casa pagarían una fanega y media de trigo al año, que tendría que recoger en las eras cuando la trilla.

Los practicantes en ejercicio libre, no cobraban ningún sueldo oficial, ni del Estado, ni de los pueblos.
En el año 1953, fue contratado el que subscribe, también en ejercicio libre, por los alcaldes de Peraltilla y Azara: D. José Riverola y D. José Domper, en las mismas condiciones  que tenía contratadas D. Ángel Gombau. Seguía siendo titular del partido el practicante de Lascellas.

En el año 1955, el practicante de Lascellas, mediante un concurso de traslados, se marchó a Cataluña, quedando libre la titular por lo que la Jefatura de Sanidad me nombró Practicante Titular interino del partido de Azlor y sus anejos.
El ser titular de un a partido médico conllevaba el cobro de 400 pesetas al año, pagadas por los cinco ayuntamientos (80 pesetas año por ayuntamiento) (33,33, pesetas mes para el practicante). Los deberes del practicante titular eran: Atender a los pobres de solemnidad o necesidad  imperiosa incluidos en el Padrón de Beneficencia Municipal  y a los pobres mendigantes que pasaban por los pueblos, enviar a la Jefatura de Sanidad un parte cada mes de las enfermedades infecto-contagiosas ocurridas en los cinco pueblos, vacunar gratis todas las vacunas y medios de prevención  ordenados por la Jefatura de Sanidad, inspección de los locales públicos y otras minucias.

En una ocasión, un señor del pueblo que estábamos comentando que en todos los pueblos  del partido,  eran bastante pobres, y que  a veces los cobradores delas igualas del médico y mío  no podían cobrar todos los recibos, me preguntó  ─que porqué a los pobres del pueblo les cobrábamos la iguala, yo le dije: ─que en estos pueblos no había pobres de solemnidad o de necesidad imperiosa, porque todos tenían propiedades: casa propia, algunas fincas de labranza, huerta o huerto, aperos para trabajar el campo, asnos  y carro, tenían aves de corral, conejos, cerdo y alguna cabra que daba leche. Quizá fueran pobres en dineros, pero no eran pobres mendigantes,  Habían algunos que con los mismos bienes salían adelante trabajando el  yeso, trajinando con el mismo yeso, vino, miel,  etc. etc., y sabían buscarse la vida, otros no.

Yo fui practicante viviendo en Peraltilla durante 21 años (1953-1974). El último  ATS que vivió  en Peraltilla, fue D. Luis Tricas.


Alfredo Coronas Nadal 
Agosto de 2017